El Cambio Depende de Mi

Auto Transformación

Auto Transformación

¿Desea usted que su vida mejore y por más que intente y le ore a Dios, su vida continúa en las mismas?

¿Alguna vez ha pensado que la condición que usted tiene no cambiará hasta que Dios desee? Hay muchas personas que piensan de esta manera. Sin embargo, he podido darme cuenta de que el cambio que estamos buscando depende en muchas ocasiones de nosotros mismos.

Hace años conocí a una mujer que tenía muchos problemas de salud y de una forma muy sutil culpaba Dios por ello. Cada vez que me encontraba con ella y le preguntaba cómo estaba, su respuesta era la misma:   “Aquí, como Dios quiere.”

Su manera de contestar me daba que pensar. Parecía que Dios era injusto siendo el responsable de que esa mujer viviera en aquellas condiciones. Si Dios es amor, ¿cómo era posible que una persona pudiera ser víctima de un “dios” que mantuviera a alguien viviendo en el sufrimiento?

El amor es una energía creadora y sanadora. Los científicos han comprobado que a las personas que han estado sometidas bajo gran estrés, les baja el sistema inmunológico y están más expuestas a enfermarse. En el estrés hay preocupación, miedo, ira desconsuelo, etc. Estas energías son opuestas a la satisfacción, la alegría, la confianza, la esperanza, que componen al amor.

La insatisfacción, por ejemplo produce un sin número de malestares, desde un simple dolor en alguna parte del cuerpo hasta enfermedades incurables. Aquella mujer no estaba satisfecha con su vida y manifestaba su descontento haciendo comentarios de críticas, emitiendo juicios, o que pusiesen en tela de juicio la reputación de otros. Puede que aquella señora no tuviera la intención de hacer daño, pero su actitud, lejos de solucionar problemas y tratar de que los errores que pudiera ver en otros pudiesen ser enmendados, creaba división y destrucción de relaciones.

El amor no discrimina ni hace acepción de personas. Aunque pensemos que no nos aman, alguien nos ama. El Espíritu  Santo nos ama. La prueba de esto es que estamos vivos. Cada célula en nosotros vibra porque obedece a la manifestación de una energía poderosa que permitió una unión y de la cual surgió un ser. El hecho de estar vivos nos confiere el potencial creador que hay en nosotros. De una forma u otra tenemos la capacidad de poder engendrar, procrear, concebir, imaginar, fundar algo en nuestra vida, etc.  Si hay algo que no funcione bien, estamos equipados para mejorarlo, lo que tenemos que hacer es adquirir el conocimiento necesario para lograrlo. En cada uno de nosotros está la chispa del amor creador porque todos tenemos la capacidad de amar. Lo que pasa es que si no sentimos que somos amados, nos enojamos al sentirnos rechazados o no aceptados. Esto nos causa sufrimiento. Hay muchas personas que no son conscientes de lo que les sucede y exteriorizan lo que tienen por dentro con ira, envidia, engaños, abuso verbal, emocional o físico  y lo que crean es un monstruo. Si no tomamos conciencia y nos dejamos llevar por el enojo oculto, se levanta una barrera entre nosotros y el amor y continuaremos arrastrando males y situaciones desagradables en nuestras vidas. Es necesario derrumbar esos muros con la ayuda del amor hacia uno mismo, la compasión y la confianza.  Tenemos que amamos primero para poder amar. El amor por uno mismo no significa creerse mejor que los demás. Amarnos significa aceptarnos tal y como somos, tener confianza en nosotros mismos sabiendo que somos creadores y podemos lograr grandes cosas. Cuando nos amamos, nos cuidamos, nos respetamos, tratamos de protegernos física, mental y emocionalmente. De la misma forma que nos amemos, entonces seremos capaces de amar a los demás.

Aquella pobre mujer no se amaba y usaba la palabra para divulgar lo que en su modo de ver era una realidad, pero se equivocaba. Al difamar, derramaba veneno. Cuando participamos en habladurías, chismes o difamaciones, estamos pisoteando y dañando la reputación de alguien. El resultado es que se corte el fluir del amor y se manifiesten energías densas de baja vibración que van dirigidas a la persona en cuestión, como una maldición hacia esa persona. Alguien que sea sensible se va a dar cuenta de esos embates y los va a sentir. Aquel que no tenga tanta sensibilidad no se dará cuenta pero recibirá su manifestación igualmente en forma de malestar, decaimiento, falta de enfoque, etc. Pero eso no es todo, la maldición regresa al punto de partida. Quien se place en el chisme o simplemente no pone freno en divulgar información confidencial de otros y con frecuencia distorsionada, impide que la luz de Dios que hay en sí mismo se manifieste en forma de compasión para que la relación pueda ser sanada, lo que a su vez le impide recibir de vuelta las chispas de luz del amor de Dios que también están en aquel a quien le ha estado arrancando la tira del pellejo. Lo que recibe a cambio es el rebote de la misma vibración que creó con anterioridad. En otras palabras mas sencillas, es como sembrar una semilla. Lo que se siembre se recoge por ley natural.

No en balde aquella mujer estaba tan enferma. Si la infeliz hubiera sabido y entendido este principio, no hubiera hecho responsable a Dios de lo que le correspondía a ella resolver. Si hubiera decidido cambiar su actitud ante la vida, de seguro hubiera vivido sus últimos dias con regocijo, porque sus circunstancias hubieran cambiado.

Reflexión

¿Respeto a cada ser humano como a mi mismo(a)?

Si hago un comentario de alguien, ¿lo hago con el propósito de lograr que haya una transformación favorable en la persona en cuestión?

Si es así, ¿a quién le estoy haciendo el comentario, a alguien que está capacitado en aconsejar?

¿Es esa la persona indicada que puede ayudar a que se produzcan los cambios a favor del bien de todos?

Si la respuesta es NO, entonces mejor refreno mi deseo de comentar con terceros, lo que me mortifica de alguien. En su lugar, lo más sabio sería guardar silencio. Si no tenemos nada positivo que decir de alguien, lo mejor es no dar opiniones. Pongamos en oración los conflictos y si estamos abiertos a entender y dispuestos a aprender y a ser pacientes, nos llegará la respuesta sobre como solucionarlos.

Si quiero que mi estado de ánimo sea mejor cada dia, que mis circunstancias cambien e influir positivamente en los demás, necesito entender que “El cambio depende de mi.”

 

 

 

 

Un sacerdote define La Paz

Desde hace algún tiempo he estado pensando  escribir un artículo donde pudiera expresar lo que significa tener paz y cómo obtenerla. Casualmente un día como hoy pero del año 1959 un sacerdote jesuita: Juan Manuel Dorta-Duque Ortiz, nacido en Cuba el 23 de Septiembre de 1922, quien falleciera en el exilio en Miami el 5 de Diciembre del pasado año 2014 había escrito y publicado  un mensaje precisamente sobre la paz en un conocido diario de la época en la Habana, Cuba. Estas palabras escritas hace poco más de 50 años me parecieron sumamente oportunas para lo que quería expresar  por lo actuales y sabias que resultan, no solo para Cuba o las naciones del mundo sino para la vida individual de cada uno de nosotros. A continuación el texto “Paz y Concordia” del sacerdote Dorta-Duque.

Diario La Marina

Habana, 20 de Septiembre de 1959

“Paz y Concordia”

“Es mas fácil tener concordia que tener paz.Y no es lo mismo tener Paz que tener Concordia. La una y la otra nos hace mucha falta en Cuba. Concordia significa unión de voluntades. Paz supone ante todo que cada individuo está ordenado dentro de si. Que la voluntad manda y las pasiones obedecen.

Puede darse el caso de que haya concordia entre los cubanos, sin que los individuos estén ordenados interiormente y en el mundo de cada cual sean las pasiones las que manden y la razón quede prisionera y los instintos hagan de las suyas.

La Paz social es necesaria en una nación. Pero no hay paz social si no hay primero dentro de cada hombre esa paz personal, íntima, dentro de si.

La paz dentro del hombre es efecto de la ordenación del amor. Amor ordenado. Paz en el alma. La Paz Social es el fruto de este orden interno.

Todo orden debe obedecer una ley. La ley del orden interno es el amor a Dios y el amor al hombre, al semejante. No se puede amar al prójimo sin tener un amor de Dios. Porque la razón última de nuestro amor al prójimo es el respecto de la imagen de Dios en cada uno de nuestros hermanos. Cuando no se ama a Dios, y no se le ama si no se le conoce, el hombre se ama a si mismo y todo lo quiere para si. El amor a sí, llevado al extremo es el egoísmo. Todo para mi, placeres para mi, honores para mi, bienestar para mi. Sin Dios yo soy el objeto único de mi amor. Y cuando digo que amo, eso no es más que la expresión para significar que aquel otro objeto fuera de mi me produce bienestar, placer, alegría. Amo, pero en eso que amo me estoy amando a mi mismo.

El amor es lo que da unidad a la sociedad. Todo ser que quiera seguir existiendo tiene que tener unidas sus partes. Arráncale las patas a una mesa y ya no tienes una mesa. Para hacer desaparecer un átomo, se bombardea y se desintegra. Hay que usar la violencia. Y deja de ser ya átomo.

La vida social solo existe cuando hay unión. La nación existe cuando sus miembros viven unidos entre si. De lo contrario hay multitud, pluralidad, agrupaciones humanas. Esta unidad social no es un hecho que el hombre encuentra. El tiene que realizar esta unidad. Esta unidad está fundamentada en la paz. Una concordia no basta. Puede darse el caso de que muchos hombres se sientan unidos, que defiendan causas comunes. Hay “Masa”, no hay comunidad, no hay Patria. Los hombres que forman la “Masa” tienen muy disminuida su responsabilidad. La “Masa” sigue una consigna dada, se contagia colectivamente, reacciona al unísono. Y aún la “Masa” necesita de unión para tener fuerza. Necesita de una voluntad que arrastre, domine. Pero eso no es Nación. Una Nación nunca es arrastrada, llevada, impulsada. Porque la Nación está formada por seres inteligentes dotados de voluntad libre. Y solo hay Nación verdadera cuando los hombres quieren vivir en unión, con concordia, pero sobre todo con Paz.

La diversidad de opiniones y divergencias entre los hombres no rompe esta unidad esencial de la nación. Es imposible una perfecta uniformidad. Basta que en aquellas cosas que verdaderamente importan tengan un mismo sentir y un mismo ideal. No importa que en cosas pequeñas, accidentales, discrepen. En Cuba hay que ponerse de acuerdo en lo que se relacione con la solución que se busca a los problemas difíciles que deciden el destino actual de Cuba. Cuando hay sincera “buena voluntad” en los hombres, paz y orden interior y la vista fija en el bien común, la diversidad de opiniones no pone en peligro la unidad de la nación.

La lucha y la defensa cuando están fundadas en la justicia y en la moral fomenta la concordia y sirve para la unión. En la vida social no puede faltar la lucha y la defensa. Son medidas pasajeras, necesarias, que deben tender a restablecer la comprensión, el mutuo a cuerdo, la unidad perdida. Nunca fomentar la división. Cuando una revolución lleva a la división y cultiva gérmenes de desunión, desintegra la nación. En todo proceso de formación social, bien sea en la familia, en la comunidad, en la nación, en la clase obrera o empresarial, si se merma la unidad, sufre detrimento en proporción a como se haya viciado esa unidad. Si los fines se contradicen mutuamente, si los ciudadanos se hacen hostiles, o lo que es peor, indiferentes unos a otros, la vida de la sociedad se debilita, su acción languidece, su rendimiento es nulo.

Unidad no es lo mismo que uniformidad y monotonía. La diversidad debe estar ordenada. Hay orden en la diversidad cuando los hombres, cosas y sucesos están en relación justa entre sí. La unidad y el orden son razonables y asequibles si se buscan en medio de la variedad natural. Una unidad y orden social basados en la perfecta nivelación e igualdad total en todo, es lo más opuesto a la misma naturaleza. Querer igualarlo todo es desintegrarlo todo. Ordenar la vida social armonizando esa natural desigualdad que hay entre el talento, fuerza física, carácter, calidad moral, habilidad tan variada entre los hombres es lo que mas contribuye a la unidad de la nación. Y aunque parezca paradójico la unidad en la diversidad tiene que estar fundamentada en el principio absoluto de la igualdad fundamental de los hombres: todos somos seres inteligentes, dotados de voluntad libre. Esto es ser imagen de Dios. En esto está fundamentado la igualdad de Derechos Inalienables del hombre. Todos iguales ante Dios, ante la Ley, pero cada uno es diferente, con su cara, su carácter, sus fuerzas, su inteligencia. Diferencias accidentales que hay que armonizar con la igualdad esencial. Pero para armonizar y ordenar y dar unidad a todos los hombres de un país para formar una nación no es necesario llegar a la “igualdad total”. Basta la concordia, la Paz. Lograr una diversidad ordenada, justamente ordenada. Disminuir las diferencias debidas a las injusticias sociales, dar a todos igualdad de oportunidades, defender sus Derechos Inalienables. En esto debe consistir el fundamento de nuestra Unidad Nacional. Pero para esto que cada hombre busque dentro de sí la Paz en el Orden.”

Página 24-B del diario La Marina, Septiembre de 1959.
Enlace.
http://ufdc.ufl.edu/UF00001565/00224/48x?vo=

Pedro Estopiñán's photo.
Pedro Estopiñán's photo.

El camello que llora

El camello que llora

Camellito llora

Le doy mis mas profundas gracias a todos aquellos lectores que continúan leyendo mis artículos. Como he estado involucrada en otras labores, no había podido dedicarle mas tiempo a este sitio y no había revisado los mensajes. Hace poco me di cuenta de que hay personas que se han beneficiado con mis artículos y han logrado perdonar. Eso me llena de tanta satisfacción y me da tanta alegría que me inspira a continuar escribiendo y compartiendo. Un abrazo a todos, aunque no les conozca y no les llegue en persona, mi corazón se los envía.

Este artículo está dedicado a Andrea y a todas aquellas personas que quisieran ver a sus familias reunificadas, libres de rencores justificados o injustificados, malos entendidos, que han conducido al rechazo entre aquellos que se aman. Andrea es una mujer muy compasiva y bastante valiente que busca la paz entre seres queridos que están enemistados entre si, algo que muchas veces resulta muy difícil lograr. Muchas bendiciones para ella y que logre los deseos de su corazón.

Hoy precisamente llegó a mí un video de una tribu nómada en Mongolia en el que ayudan a una camella a dar a luz. Este es un grupo de familias que viven en tiendas de campañas y se mueven en caravanas utilizando camellos con los que atraviesan el desierto mongol. El grupo cuida de varios animales que les proporcionan no solo transportación sino que además son su fuente de alimento. En este documental, algunos de los integrantes del grupo participan en el nacimiento de un camello que estaba por llegar. Cuando finalmente nace, como era blanco, la madre lo rechazó, no quiso amamantarlo y se alejó de el. Había que ver cómo el recién nacido lloraba por el rechazo de su madre.

https://www.youtube.com/watch?v=cuLfnTqhFB8

La familia nómada ordeñaba a la madre camella acariciándola para luego darle la leche a su recién nacido usando un cuerno de búffalo. El grupo intentaba dar cariño al inconsolable animal, pero también pasaban la mano por el lomo a la madre que lo rechazaba. Ante el peligro de que el camellito muriera, una muchacha del grupo comenzó a cantar al tiempo que acariciaba la madre camella, mientras dejaban al hijito alejado y amarrado a cierta distancia para que no se acercara. Luego, buscaron a un violinista dentro del grupo para que como parte de un ritual, cambiarle la mente a la camella. Colgaron el violín en una de las jorobas de la madre por un buen rato. Luego tomaron el instrumento y se lo llevaron al violinista que empezó a tañir sus cuerdas. Al cabo de un tiempo escuchando el sonido del violín, una lágrima brotó de los ojos de la madre camella. Entonces le acercaron al camellito al que finalmente no rechazó mas, permitiéndole además amamantar sus pechos, mientras aquellos ojos aparentemente duros derramaban muchísimas lágrimas. Una historia real muy conmovedora.

Hay veces que eso mismo pasa entre las familias y entre personas que uno ama. Cuando hay distanciamiento entre dos personas, ambas están heridas, a cada una les duele y las dos necesitan amor y compasión. Los nómadas fueron sabios transmitiéndole amor tanto al camellito como a su madre. Por algún motivo ella lo rechazó y era necesario que ella lo aceptara. Solo cuando ella recibió el cariño, la aceptación y cuando se le proporcionó lo que necesitaba para relajarse, como fue el caso de la música, aquel animal cedió. Si esto sucede con los animales, qué no podrá suceder con nosotros.

Los juicios que se emiten sobre alguno o mas de los involucrados, los resentimientos, los comentarios parcializados, el orgullo, el egoismo, la falta de entendimiento y la falta de agradecimiento forman barreras entre las personas que impiden la reunificación entre  los seres queridos que se rechazan. Cuando hay distanciamiento entre familias o personas que se aman y de una forma u otra nosotros estamos al corriente de lo que pasa, nuestra labor es transmitirles amor a ambos. Al igual que el camellito tuvo la presencia de otros seres que le proporcionaron cariño y el alimento necesario para vivir, así mismo el que es rechazado necesita de otras personas que le den amor y compañía genuinas. La madre camella fue tratada con respeto, comprensión y verdadero amor. Ella necesitaba liberar su espíritu de algo que impedía lo que debería ser algo normal en una madre: la aceptación de un hijo. El que rechaza  a alguien está tan necesitado del cariño de los otros como aquel que es rechazado. Que este artículo sirva para llevarle luz a todos los que al igual que estos camelleros de Mongolia están sirviendo de intermediarios para lograr la reunificación entre aquellos que se han distanciado por conflictos entre ellos. No son ni los juicios que se emitan sobre cada cual, ni las críticas, ni las indirectas para hacerlos entrar en razones y mucho menos los golpes, la manipulación o el chantaje, sino la aceptación, el entendimiento y el amor que les brindemos el que proporcionará la respuesta de lo que se necesita para que se pueda lograr el cambio. En el caso de que no consiguiera la reconciliación entre aquellos enemistados, siga dándoles de su amor a cada cual por separado. Si alguno no deseara que usted se involucre o no quiere saber nada más de usted tampoco, aléjese y no lo juzgue, véalo con compasión y evite emitir opiniones o hacer comentarios destructivos. Y si usted tiene algo que agradecerle, piense en esa gratitud que le debe.  Puede que uno de los motivos por los que le haya rechazado también sea porque esté sufriendo una gran pena. Eleve su plegaria al cielo y ámelo para que con el tiempo, el amor remiende y cure a aquel que tiene el corazón hecho pedazos y no sabe cómo enmendarlo.

Para ver el video El Camello Que Llora, presione en este enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=cuLfnTqhFB8

Mother camel weeps

Mother camel weeps

The Weeping Camel

Camella acepta su camellito

El camello que llora

Camellito se alimenta de su madre

 

 

 

La zanahoria, el huevo y el café

CarrotEggCoffeeUna muchacha fue a donde su madre y le contó algo referente a una situación difícil que estaba atravesando. Le confesó que estaba cansada de luchar y luchar sin saber qué hacer con su vida. Parecía que cuando un problema terminaba, empezaba otro diferente.

Cuando la joven terminó, la madre la condujo a la cocina. Allí llenó tres cazuelas de agua y las puso al fuego. Cuando empezaron a hervir, a cada cazuela le agregó un ingrediente diferente.

A la primera le echó zanahorias picadas. A la segunda le puso huevos y a la tercera le tiró algunos granos de café. A cada una de ellas las dejó hervir por un rato.

Al cabo de veinte minutos apagó la hornilla, sacó las zanahorias y los huevos poniéndolos en diferentes platos. Después tomó un cucharón y llenó una taza con el agua de los granos de café de la última cazuela.

Dirigiéndose a su hija le preguntó qué veía.

“Zanahorias, huevos y café” fue la respuesta de la muchacha.

“Tócalas y dime como se sienten,” le dijo la madre acercándole el plato de zanahorias.

La jovencita comprobó que las zanahorias estaban suaves.

“Ahora rompe el huevo y dime cómo lo sientes.” Después de quitarle el cascarón la muchacha comprobó que el huevo hervido estaba duro.

“Y ahora prueba el café.” La joven sonrió mientras humeaba el agradable aroma y probaba el líquido.

“¿Qué quieres decirme con esto?” Le preguntó finalmente a su madre.

La enigmática mujer le respondió:

“Las zanahorias a pesar de haber sido duras y fuertes se han debilitado después de haber sido sometidas al fuego.” Hizo una pausa y agregó:

“El huevo por el contrario, siendo tan frágil, se endurece en el agua hirviendo.” Y continuó diciendo:

“Los granos de café sin embargo son diferentes por ser capaces de cambiar el color, el olor y el sabor del agua.”

Y agregó

“¿Con cuál de ellos te identificas,?” ¿Cómo enfrentas la vida cuando la adversidad toca a tu puerta? ¿Como una zanahoria, un huevo o un grano de café?”

 “Hazte estas preguntas y reflexiona:

¿Tengo un espíritu como el de una zanahoria que aparenta ser fuerte, pero cuando lo someten al fuego de la tentación, la calamidad o la desgracia se debilita? Si mi espíritu se hace tan débil y frágil, la fortaleza que hay en mí se pierde.

¿O es similar a lo que hay dentro de un huevo crudo, que muestra lo moldeable del corazón pero que cambia y se endurece y se llena de amarguras con el fuego del abandono, la muerte, la escasez financiera o cualquier otra prueba que me toque vivir?

¿O soy como un grano de café que cambia el agua caliente? El agua al hervir hace que del café se despida su fragancia y se deguste su sabor.

¿Sería capaz de ser como ese grano de café, capaz de transformar la esencia de aquellas circunstancias que causan dolor?”

Los momentos difíciles de la vida te servirán para sacar lo mejor de ti. No solo serás mejor que antes sino que tendrás la capacidad de cambiar tu entorno.

 En la adversidad, en las horas oscuras de la vida, en las pruebas difíciles, elévate a un nivel superior.

Compasión

 Compasión por los animalesLa Compasión es esa misteriosa capacidad que tenemos los seres humanos que hace que el sufrimiento de otros que no tiene nada que ver con nosotros nos afecte como si lo fuera. Es esa percepción desinteresada que nos revela que la esencia de  nuestro verdadero ser se encuentra en cada criatura.

La compasión es lo que une a un ser humano con otro y con la creación. Es el común denominador de todas las religiones, a la vez que no reconoce las barreras religiosas, ni sociales, ni económicas, ni políticas como tampoco ninguno de los estereotipos con los que nos catalogamos a nosotros o a los demás. Es quien reconoce lo que el ser humano anhela, se da cuenta de sus aspiraciones y de sus sufrimientos. Cuando reaccionamos con un acto reflejo encaminado a auxiliar a un extraño, sin otra motivación que no sea la de satisfacer su necesidad o tal vez socorrerlo si su vida corre peligro, la compasión que hay en nosotros se pone en acción.

La compasión de los unos a los otros también se refleja cuando somos capaces de respetar lo que cada cual piensa. Permitimos que aquel que tenga diferente forma de pensar a la nuestra tenga la oportunidad de experimentar lo que piensa siempre y cuando no constituya una amenaza a la vida misma.

                                                    Reflexión

Compasión

En mí, hay tantos aciertos como equivocaciones
al igual que en ti.
De la misma manera que te juzgo,
me juzgo a mí.
Abro mi mente y mi corazón para entender
que una porción de mi se encuentra en ti.
Hoy, escojo descubrir y manifestar
la compasión que hay en mí, hacia ti

Relatos para reflexionar

El Sabio Indio.

Cuentan que un pequeño indio tras haberse incomodado con un amigo que le había robado alguna de sus pertenencias fue a su abuelo que gozaba de buena reputación como sabio y le dijo que sentía tanta rabia por su amigo que tuvo ganas de pegarle, pero a la vez internamente se preguntaba si debía perdonarlo. El muchacho le pidió al anciano que le explicara por qué experimentamos el conflicto interno entre esa parte de nosotros que  desea perdonar y la otra que quiere vengarse. Tras unos segundos de meditación, el abuelo respondió:

_ Dentro de nuestra mente tenemos dos lobos. Uno de ellos es compasivo, perdonador y amoroso, mientras que el otro es  el que no perdona, es agresivo, amargado, violento y vengativo.

Inquisitivamente, el jóven quiso saber cuál de los dos lobos es el que debería ganar. El sabio mirándolo fijamente le contestó:

_ Depende de cuál de los dos alimentes.

 

El Juicio de Salomón

El Juicio de Salomón

El Juicio de Salomón

Esta historia se narra en 1 Reyes 3:16-28. Dos mujeres que habían tenido un hijo vinieron al rey Salomón para que decidiera en un juicio. Una de las mujeres afirmaba que la otra, mientras dormía había asfixiado accidentalmente a su propio hijo. Como las dos vivían solas en la misma casa, una de ellas era acusada de haber intercambiado los dos niños para que pareciera que el niño vivo era de ella. Esta negaba haber realizado semejante cambio. Ambas discutían y reclamaban ser la madre del hijo vivo alegando que el que había muerto pertenecía a la otra.

Después de algunas deliberaciones, Salomón pidió que le fuese traída una espada ante él. El rey hizo la declaración de que sólo había una solución justa: el hijo vivo debía ser dividido en dos para que cada mujer recibiera una mitad del niño. Al escuchar ese terrible veredicto, la verdadera madre del niño exclamó: “¡Oh Señor, entréguele el bebé a ella, no lo mate!” La otra mujer amargada y envidiosa exclamó: “Ni para mí ni para ti, que lo divida!”

Entonces el rey pudo hacer su veredicto declarando que se le entregase el niño a la verdadera madre que pidió que se le conservara la vida al niño y le dio el bebé. El juicio del rey Salomón llegó a ser conocido en todo de Israel y fué y ha sido considerado un ejemplo de profunda sabiduría.

 

 

El sabio juez

Un sabio rey quería escoger el mejor juez para su reino. Necesitaba que el escogido fuese el que más sabiduría tuviese para ejercer su puesto eficientemente, por lo que decidió poner a prueba a todos los nominados. Después de varias pruebas, quedaron tres finalistas. La última prueba consistía en describir lo que observaban. Para ello fueron conducidos al patio real. El primero describió con palabras que observaba un patio con árboles y una fuente en el medio del patio. El primero fue eliminado.

El segundo declaró que había una fuente en el medio del patio rodeada con arboles frutales y plantas con flores. La fuente estaba echando agua y en el medio de la fuente había una naranja. El segundo también fue eliminado.

El tercero se tomó unos minutos para observar detenidamente. Luego dijo que en el patio habían muchas plantas de flores y árboles con frutas. También había una fuente que echaba abundante agua limpia. El hombre siguió observando y se dirigió a la fuente. Se inclinó hacia ella y agarró la fruta que allí había diciendo que además en la fuente había tirada lo que aparentaba ser una naranja, pero que en realidad era la mitad de una naranja. Este fue el hombre que el rey necesitaba para juez. Aquel que no solo usó su poder de observación, sino que además se dirigió al lugar del hecho y palpó lo que estaba observando comprobando así que las apariencias engañan; resultó ser el más sabio.

 

El Amor al Prójimo

"Brother and Sister" by photostock courtesy of freedigitalphotos.net

“Brother and Sister” by photostock courtesy of freedigitalphotos.net

¿Qué significa amar al prójimo?

¿Significa acceder a todo lo que el prójimo pidiera? De ninguna manera, si complaciéramos a alguien en todo lo que pidiera, no estaríamos amándolo, sino adorándolo como a un ídolo. Piense en lo que usted haría si un niño pequeño se acercara con un ganchillo de metal que se usa para el pelo y lo intentara introducir en una de las ranuras de la toma eléctrica. ¿Usted lo dejaría? Claro que no. Sin embargo, el pequeño no va a entender que usted se lo impida y probablemente se ponga malhumorado en contra suya.  No obstante a eso, usted seguirá firme en impedir que el niño logre su objetivo, ¿verdad? Lo mismo pasa con el prójimo.

¿Significa hacernos amigos de alguien aunque no nos guste? No, porque si entabláramos amistad con alguna persona que nos desagrada, o que nos ha hecho daño, lo más probable es que estuviésemos involucrados en una relación  hipócrita.

Primero que todo, antes de amar al prójimo es necesario amar a Dios sobre todas las cosas. Pero,¡cuidado! Nosotros los que vivimos en el Occidente hemos greco-romanizado a Dios. Es decir, creemos que es un anciano de barba blanca sentado en un trono allá arriba en las nubes y el cielo. Ese no es el Dios del que yo hablo. [Read more…]

El Secreto de la Fe


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La fe de la anciana campesina

Descubra en esta historia real lo que la fe es capaz de hacer

No conocía a aquella anciana, simplemente fui a su casa a entregarle una carta de su hija, que vive fuera de su país y a la que no había visto por varios años. Allí nos recibió una buena mujer, su nuera, que vivía en la misma casa con su esposo, el hijo de la viejita. Sobre una pobre cama permanecía acostada tras haber sido sometida a una operación de caderas haciendo reposo el mayor tiempo posible. Caminaba muy poco, pero su mente estaba muy alerta. Desde su colchoneta nos saludó con una sonrisa y no tardó en preguntarnos de donde éramos. Mi esposo y su hermana habían nacido en el campo en donde ella antes vivía y habían pasado su niñez en  aquel vecindario. Muy pronto comenzaron a aflorar recuerdos que eran comunes a ambos, visitantes y residentes y se estableció una animada conversación. No se podía pasar por alto la bien alcanzada fama que tenía como “la mujer que corta los rabos de nube.” La gente decía que ella hacía un conjuro y que [Read more…]

El Secreto de la Longevidad – Una Historia Real

El Secreto de la LongevidadConocí a una señora especial el día de su cumpleaños. Pensé que estaba por los 70´s casi ochenta, pero me equivoqué. Cumplía 95 años. A partir de esa fecha, mi esposo y yo la visitamos a menudo y cada vez que nos ve, nos regala algo muy valioso: una sonrisa. No se cansa de repetir lo bendecida que es y que su ángel de la guarda está siempre con ella. A través de sus palabras y acciones podemos descubrir la pureza que hay en su corazón. Para nosotros representa una bendición haberla conocido.

 Ella no tiene tiempo de hablar mal de nadie. Hay otras cosas más interesantes de que hablar. Por ejemplo, [Read more…]

El Secreto del Ego

Que es el ego

¿Que es el ego y como se manifiesta?

El “ego” según Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis lo definió como parte de la identidad del individuo y como el conjunto de funciones de la psiquis o de la mente que tienen que ver con el proceso de formarnos una opinión, la toma de desiciones, la tolerancia, la comprobación de lo que es real, el acto de controlar, la planificación, el mecanismo de defensa, la síntesis de la información, la memoria y el funcionamiento intelectual.

Para explicarlo mejor, el ego o nuestra personalidad siempre quiere tener la razón, estar a la defensiva, quiere tener ventaja, tener el control y salir adelante; etc., lo que lo hace bueno y malo a la vez. Es bueno cuando te inspira y te empuja a que continúes y a no quedarte donde estás. A la vez es malo porque siempre quiere salirse victorioso a costa de lo que sea. Es además un regulador emocional, mide cuan temerosos, frustrados, apáticos, adoloridos u ofendidos estamos o si somos amados, respetados o admirados.

Una aplicación muy sencilla de la manera en que funciona el ego la narro en la siguiente historia.

De niña recuerdo que en una ocasión mi madre estaba picando dos mangos para hacer un dulce y así pudiéramos comerlo más personas. Una prima y yo nos encontrábamos a su lado mirándola mientras se nos hacía la boca agua. Cuando terminó, mi madre nos repartió las semillas. A mi primita le dio la más grande y a mí la más pequeña. Como la diferencia entre las dos frutas era sumamente visible, siendo una de ellas demasiado pequeña en comparación con la otra, me encolericé al ver que me tocaba aquella miniatura de semilla. Yo pensé que por ser su hija única y la mayor de las dos niñas, me correspondería la semilla más voluminosa. Ante mi queja, mi mamá me aseguró que las dos semillas estaban iguales, pero yo no lo veía así. Pensé que ella quería favorecer a su sobrina. Me sentí burlada.

Mi pensamiento de merecimiento, supremacía e individualidad sufrió un duro golpe. El deseo de satisfacerme a mi se vió afectado. Más tarde, mi madre me explicó que a cada semilla le había dejado mas o menos la misma cantidad de pulpa y a la mía como era más chica, le dejó un poquito más que a la otra. Yo no me daba cuenta de la proporción por el contenido de masa, solo veía el tamaño del envase. Lo que aparentaba ser un hecho en mi contra, en realidad obraba a mi favor.

El ego es el “yo.” Es lo que nos identifica y busca nuestra felicidad basado en lo que observa, es también el que teme, se irrita, odia, se siente amado o rechazado y mide la auto estima ya esté alta o baja. Muchas veces nos dejamos llevar por las apariencias, hacemos conjeturas sobre lo que nos sucede para luego sentirnos ofendidos. Sin embargo, ese mundo de percepciones puede que esté muy distante de lo que ocurre realmente. El ego es ilusorio, porque percibe la realidad a su manera. Es por eso, que para evitar ser víctimas de la ilusión de lo que creemos que es real, deberíamos usar el ego a nuestro favor controlando nuestras reacciones.

Si en lugar de vernos como los que lo merecemos todo, nos enfocamos en que somos parte de un conjunto en el universo y que cada uno de nosotros está ligado de alguna forma a todos los demás, dejaríamos de considerarnos mejores que otros y estaríamos más dispuestos a compartir, a respetar, ser más tolerantes y menos justicieros.

Por otra parte si no queremos ser víctimas de nuestra personalidad, lo mas recomendable es evitar asumir o emitir juicios sobre lo que otras personas nos hagan directa o indirectamente y aunque nos parezca descabellado, el observar lo que nos pase sin emitir una opinión apresurada impedirá que nuestro ego nos domine. Además, tengamos en cuenta de que lo que nos sucede no pasa ni por juegos del azar ni por la buena o mala fortuna, simplemente lo atraemos para que aprendamos a liberarnos de las ataduras del ego o de nuestra personalidad.

Reflexión:

La próxima vez que se me presente una circunstancia en donde mi ego se vea en peligro, recordaré que todos estamos aquí aprendiendo una lección y lo que me pase en ese momento es parte de ese aprendizaje. Por lo tanto los que me rodean son tan indispensables como yo en esta escuela.

¿Qué lección tengo que aprender de esta situación y cómo hacer para superarla?