¿Que es un líder? Según la definición del Diccionario de la Lengua Española, un líder es:
1. Persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe u orientadora.
2. com. Persona o equipo que va a la cabeza de una competición deportiva.
Aparte de los deportistas que ganan en las competencias, generalmente cuando pensamos en líderes nos vienen a la mente todos aquellos que ejercen el mandato como los jefes de estados de las naciones, los dirigentes políticos, sociales o religiosos. Sin embargo ¿ejercen estos su función correctamente? ¿Cómo podemos saber si los superiores que tienen autoridad y poder sobre el colectivo desempeñan el liderazgo de una forma pro activa? ¿Cuáles son las condiciones que son inherentes en un líder? A continuación vamos a exponer algunos de los atributos que caracterizan a un verdadero líder:
- Humilde / Empático – Ni la imposición, ni la fuerza hace a un líder. Los líderes deben tener confianza en sí mismos con humildad para no creerse superiores, ni los más capacitados, ni actúen con despotismo hacia los que están por debajo. Además el que guía debe estar dispuesto a escuchar, respetar, valorar y motivar su equipo para que el grupo se asegure de que su líder entiende sus sentimientos y pensamientos y se lleguen a acuerdos en donde todos se beneficien. A su vez les transmite su confianza encaminada a crear en ellos la determinación de lograr las metas que se propongan.
- Responsable – Cuando algo funciona mal, el líder debe asumir la responsabilidad de los errores. Reconocer además que de los errores se aprende. En caso contrario, si ha logrado algo digno de elogio, incluir a los demás del grupo y reconocerlos dándoles motivación para continuar esforzándose en lograr objetivos. Cuando esto sucede, ahí nace un auténtico líder.
- Intuitivo – Debe ser sabio, tener discernimiento y desarrollar su percepción sin razonamiento. Debe discurrir con perspicacia el plan para conseguir lo que se propone y escoger el personal efectivo. Si no se tiene la información necesaria, indagar, escudriñar hasta lograr respuestas. También debe permitir el acceso a la información necesaria para que la organización funcione adecuadamente. El líder es como un agricultor. Sabe donde se encuentran los mejores cultivos.
- Inspirador – Tendrá la habilidad de comunicar su visión con el poder de la convicción y no de la fuerza, de ser flexible, de cambiar y adaptarse ante las nuevas situaciones que se avecinen o las alteraciones que ocurran. Ser capaz de sobreponerse a los obstáculos, ser ejemplo de honestidad, integridad y justicia cumpliendo además el o ella mismos con las reglas establecidas para poder exigir que otros las cumplan, para ganarse el respeto de sus inferiores y ser una inspiración para ellos.
- Integro – La integridad en un líder es lo que mueve el mecanismo que mantiene vivos el respeto, la confianza, la pasión y la motivación. Es por eso que es crucial que un líder sea firme en mantenerse íntegro haciendo lo que es correcto. Esta es una capacidad que se aprende y se logra con el tiempo, aplicándola.
Si nos damos cuenta, el liderazgo no es imponer ni someter, sino todo lo contrario, trabajar en equipo. Cuando se tiene interés en afanarse por un ideal e intentar lograr que funcione correctamente, se da de sí mismo lo mejor para satisfacer la necesidad del grupo a la vez que sirve de inspiración al mismo.
Hace alrededor de 2000 años, Jesus de Nazaret advirtió a sus discípulos con palabras similares como debían de llevar el liderazgo, expresándolo así:
25 Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.
26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,
27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo;
28 como el hijo del hombre que no vino para ser servido sino para servir y dar su vida para rescatar a muchos.
Según sus propias palabras: “el primero entre vosotros” o “el que quiera hacerse grande” tendrían que servir a los demás, a diferencia de los otros pueblos cuyos gobernantes tiranizaban a las poblaciones. En ese servicio están implícitas las cualidades mencionadas arriba: la humildad, la responsabilidad y la integridad utilizando atributos como la intuición para servir de inspiración. En otras palabras se necesita amar. Jesús fue un ejemplo vivo de ese amor y entrega, como él mismo dijo que no vino para que lo sirvieran sino para servir, para ministrar. El maestro enseñó una forma diferente de obtener resultados, independientemente si se perdía la vida o no, él sabía que en la posteridad se lograrían grandes resultados. De esta forma, la vida sería como una carrera de relevos. Aún Napoleón Bonaparte, el emperador de Francia y conquistador de territorios, cuando yacía exiliado en la isla de Santa Helena en una conversación con Bertrand el general francés que había estado a su servicio, dijo estas palabras: “Alejandro, César, Carlomagno, y yo mismo hemos fundado grandes imperios, pero sobre qué se fundaba lo que ingeniosamente lográbamos, de qué dependía? De la fuerza. Sólo Jesús fundó su imperio sobre el amor y hasta el día de hoy, millones desearían morir por él.”
Hoy en día, la humanidad, a pesar de manifestarse agresiva, egoísta, violenta e indolente, no es del todo cruel como en los tiempos antiguos en donde un grupo de guerreros invadía un territorio, cometían atrocidades y no habían leyes que defendiera la justicia. Si bien es cierto que ninguna de estas manifestaciones aberradas ha terminado y aparentemente parecen haber aumentado, también es real que el pensamiento de los seres humanos ha ido abriéndose hacia la unidad, la confraternidad, la paz. En la actualidad existen organizaciones mundiales para la salud, a favor de los derechos humanos, a favor del medio ambiente, tratados de paz entre las naciones, etc. Poco a poco han habido cambios favorables en la conciencia colectiva del planeta. Esto se debe a la intervención de grandes hombres y mujeres al servicio de la humanidad. Esos han sido líderes genuinos.
Los animo a que nos esforcemos en hacer alguna acción aunque parezca insignificante en favor del bien común, cuyo móvil sea el amor incondicional y observemos lo que sucede. Si con nuestras actitudes o acciones que realicemos somos capaces de descubrir el potencial en otros y a su vez motivarlos e inspirarlos, estaremos mostrando la capacidad de liderazgo que llevamos dentro.
¿Me esfuerzo en ser la representación de un líder en mi casa, en el vecindario, en mi escuela, en mi centro de trabajo o en el país donde resido?
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