“Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aún hasta setenta veces siete.” Mateo 18:21-22
Este es el nuevo escrito de la serie El Perdón, que gracias a la inspiración que recibí de una de las lectoras de este sitio y de la que es admirable su deseo de transformación, me sentí motivada en dedicar mis próximos artículos a este importante tema.
Jesús enseñó a tener un espíritu perdonador. El sabía que no faltarían motivos para resentirse contra algunos en repetidas ocasiones, pero también conocía que era necesario hacer un trabajo espiritual continuo. El tuvo que perdonar a aquellos que llenos de intolerancia, envidia y soberbia lo humillaron, golpearon y llevaron a morir. Les mostró a sus discípulos que la práctica de sus enseñanzas podía ser llevada a cabo y que lograrían grandes cosas y muchas más, la prueba fue su propia resurrección.
Aprender a perdonar es un reto, no es fácil, pero no es imposible. En el mundo hay muchas personas que anhelan saber perdonar y no saben como lograrlo. A continuación comparto diez consejos que a mí me han dado buenos resultados cada vez que necesito dejar marchar sentimientos, que contribuyen a crear problemas en mi vida, que espero les sea de utilidad a todos los que lo necesiten. Estas recomendaciones se ajustan a cualquier tipo de falta de perdón, desde pequeñas cosas hasta hechos más dolorosos o terribles, desde como lograr el perdón hacia si mismo a como perdonar una infidelidad y superarla.
Sin embargo, en el caso de la infidelidad en el matrimonio o el engaño en una relación, si bien es cierto que se necesita dejar marchar el resentimiento hacia el que miente y se aprovecha, es muy difícil perdonar a alguien con el que convives si continúa haciéndote daño. Tampoco es saludable tomar la justicia por nuestra mano, para eso están las leyes. Querer perdonar no significa tolerar mentiras ni soportar abusos de ningún tipo. Perdonar es hacer un trabajo espiritual contigo sacando de adentro de ti el rencor y la ira acumulados para impedir que te sigan abusando. Es actuar con sabiduría y no dejarnos llevar por la rabia. En el caso de deslealtad en la pareja, si no se llega a un acuerdo mutuo y no hay cambios de actitudes, ni arrepentimiento la solución muchas veces es la separación.
A continuación ofrezco diez pasos para poder perdonar.
Cómo Perdonar
1. Darnos cuenta de que tenemos falta de perdón es el primero y más importante de los pasos porque no siempre reconocemos que guardamos rabias. Muchas personas niegan que sean rencorosas y no aceptan la idea de que necesiten liberarse. La realidad es que nuestra verdadera esencia espiritual no es rencorosa, pero nuestra naturaleza humana no puede evitar sentir dolor cuando hemos sido maltratados. La gravedad de la herida nos da la medida de lo profundo que hay que llegar para curarla. El resentimiento está ahí en algún lugar del subconsciente y se necesita descubrirlo para poder sacarlo. La diferencia entre los que confiesan estar resentidos y los otros que sostienen que a pesar de haber sufrido son virtuosos, es que los primeros tomaron conciencia de lo que les sucede, los otros no lo han hecho todavía.
2. Orar, meditar sobre el problema y pedir sabiduría para sacar de adentro lo que nos mortifica es esencial. El Creador conoce cuales son nuestros puntos débiles y cómo fortalecerlos. Cuando hacemos una plegaria pidiendo ser guiados por Dios, es conveniente estar atentos a los acontecimientos que se sucedan a partir de esta petición, porque de una forma u otra recibiremos información a través de un amigo, un sueño, un libro, un programa de TV, un evento y no necesariamente tiene que ser de nuestro agrado. Tal vez una ofensa que recibamos nos será de utilidad para entender qué es lo que necesitamos arrancar de raíz. La falta de perdón es como una carga muy pesada de llevar. En uno de los salmos de David en la Biblia está escrito “Echa sobre Jehová tu carga y él te sustentará” Salmo 55:22.
3. Si viniera a la mente el incidente o la persona con la cual hemos tenido el conflicto y nos sentimos tristes, enojados, impotentes, con deseo de ver la justicia actuar, etc., hacer lo posible por sustituir ese pensamiento por uno que muestre más benevolencia, para no alimentar esa mala energía. Entender que lo que nos pasa, sucede porque en nosotros hay un comportamiento que lo atrae. Quizá la impaciencia, el orgullo, la intolerancia, el deseo de encontrar un culpable, la vanidad, el miedo a ser agredido, la baja autoestima, etc., son algunas de las pautas que yacen ocultas en nuestra personalidad. La manera de cortar con esa atracción es enfrentándonos a ella, tomar conciencia y trabajar a favor de nuestra transformación. En lugar de ver la culpa en el otro, enfocarnos en que este suceso que tanto lamentamos no es sino, una oportunidad que se nos ha ofrecido que nos obliga a hacer cambios en nosotros, que de otra manera no haríamos. Sin embargo hay también otra razón causante de lo desfavorable que nos sucede y es la maldición generacional que llevamos en nuestro ADN y sobre la que aparentemente no tenemos control. Este caso resulta mucho más complicado por lo que escribiré un artículo referente a este tema.
4. Evitar el continuo deseo de contarle el suceso que causó falta de perdón a familiares o amigos para que nos justifiquen. Muchas veces al sentirnos impotentes y como víctimas de una situación necesitamos la aprobación de otros para sentirnos fortalecidos. Esto generalmente aviva aún más el fuego del resentimiento, porque desafortunadamente gran parte de las personas no está entrenada en perdonar, cuyos consejos conducen a que de una forma u otra caigamos en la trampa de hacerle al otro lo mismo que hizo con nosotros. Esta es una actitud vengativa.
5. Abstenerse en tomar la justicia por nuestra mano. La venganza no va a cambiar lo sucedido y además crea un precedente que a largo plazo veremos su efecto de vuelta en nosotros, lo que muchos conocen como “mal karma”. Una manera más sutil de vengarse es estar en la espera de lo que nosotros creemos que es “el castigo de Dios” hacia la persona en conflicto. Este tipo de pensamiento no viene de una fuente de luz. Es muy común entre nosotros la frase “Dios castiga sin palo y sin piedra” e instintivamente por dentro nos alegramos cuando algo sucede con la contrapartida en conflicto, que hace que nos sintamos reivindicados. Dios no quiere vengarse de ninguno de nosotros. El quiere que todos seamos sanados y liberados de toda carga. Lo malo que nos sucede es el efecto de una causa que es lo que nos falta por aprender en nuestra vida que necesita corrección. Ninguno de nosotros está exento a esto.
6. En dependencia de cómo y con quién se tuvo el altercado, enfrentar a la persona para que nos dé una explicación. Hay ocasiones que este tipo de enfrentamiento es necesario, pero solo si estamos abiertos a escuchar lo que nos van a responder y si podemos discernir que la otra persona está abierta a cooperar, para no crear otro conflicto aún mayor que el primero. Las personas de baja autoestima podrían fortalecer su personalidad de esta forma. Por otra parte, si entendemos que fuimos nosotros, sin querer, los que hayamos dado motivo a que alguien se ofendiera y recibimos la ofensa de vuelta, pedir disculpas es la mejor manera de fortalecernos a la vez que terminamos con la falta de perdón.
7. Unase a grupos de apoyo. Pida ayuda a instituciones ya sean templos, iglesias u organizaciones de salud. Déjese orientar por los expertos que le dan prioridad a la parte espiritual que sea la que guíe. La oración en grupo es poderosa. Escuche a personas que hayan tenido una experiencia similar y se hayan liberado de sus resentimientos, en el caso de que por sí solos no encuentren la manera de hacerlo. Las experiencias vividas son las que preparan a unos para socorrer a otros. Nútrase de literatura referente a casos de personas que han perdonado en situaciones sumamente difíciles para que les motive a hacer lo mismo. Eviten programas de TV que alienten la violencia, la venganza o que justifiquen sentimientos nocivos como el rencor y la ira. En su lugar busquen programas de motivación personal.
8. Ejercitar el cuerpo aparte de ser excelente para ponerlo en forma, es un antidepresivo y un regenerador celular natural. Como organismos vivos intercambiamos materia y energía con nuestro entorno. La depresión, la ansiedad, el temor, la rabia, la impotencia, etc., influyen en ciertas funciones metabólicas del cuerpo impidiendo el flujo normal de la energía. Los procesos físico químicos que ocurren a nivel celular se afectan produciendo aún más estrés, más pensamientos negativos, insomnio, entre otros malestares. El ejercicio físico hace que se liberen toxinas al igual que energía negativa almacenada, mejorando la salud, fundamentalmente la circulación sanguínea hacia los órganos y en especial del cerebro.
9. Ayunar, ya sea un día a base de líquidos o frutas o simplemente no comer ni carnes ni productos procesados nos ofrece un sinnúmero de beneficios. La clave está en desintoxicar el organismo. De la misma manera que desocupamos el cuerpo físico de toxinas, desbloqueamos nuestro mundo emocional-espiritual. Se establece una relación armoniosa entre Mente-Cuerpo y Espíritu.
10. Enfocarnos en prestar servicio a los más necesitados, brindarle una mano amiga a los menos afortunados ya sea escuchándolos u ofreciéndoles una palabra de esperanza. También el prestar atención al cuidado de una mascota es algo sumamente poderoso que nos beneficia para liberarnos de tensiones emocionales, etc. La misericordia, la caridad hacia los demás usando nuestros talentos, compartiendo nuestro tiempo, practicando la benevolencia hace que podamos desenfocarnos de nuestro dolor y dirijamos nuestra energía hacia el bien común. Por ley natural, cuando das, recibes de vuelta.
Quizá estos sean los primeros pasos de la puesta en práctica de las enseñanzas de Jesús y que se resumen en estas palabras: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33 (RV 1965)
Es mi mejor deseo que las anteriores instrucciones, de alguna forma contribuyan a asistirles en encontrar la mejor forma de perdonar y quitarse la carga de encima, cuyo objetivo es lograr algo muy importante: la auto liberación. Si le es suficiente lo que ha leído y le beneficia, me alegro muchísimo. Si se da cuenta de que necesita algo más le aconsejo que siga buscando ayuda porque su caso puede que sea más complicado de lo que usted cree. Le recomiendo que lea estos dos artículos: “La Personalidad Narcisista” y “Usted Merece Sanarse” que le van a ayudar a identificar pautas de conductas malévolas por parte de personas comunes que están atrapados en el enojo y lo exteriorizan con el abuso hacia los hijos, hacia la pareja, etc. Si se identifica con lo que está escrito ahí, busque ayuda profesional para que pueda liberarse.
Les animo además a todos mis lectores que visiten nuestro enlace: “Afirmaciones Positivas – El Perdón” y disfruten de atractivas imágenes con frases de auto ayuda y motivación personal para repetir diariamente.
Bendiciones
Para ampliar, haga click en las imágenes “Hoy decido Perdonar” “Perdonar” y ” Oración de Sanación”
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Extremadamente bueno este articulo….aunque confieso que hay que tener un alma pura y en orden para poder poner todo esto en practica,se necesita haber pasado por tribulaciones para entender bien la esencia de como perdonar verdaderamente a las personas cuando te hieren de verdad….toma tiempo,no es facil pero tampoco imposible…se siente una liberacion grande…es como si volvieramos a nacer.
Gracias por enseñarnos de esa manera tan bonita….!!!!!
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar” , escribió el poeta Antonio Machado y que inmortalizó Joan Manuel Serrat en una canción. Igualmente que hay que hacer el camino en la medida que andamos por él, no hay ningún alma pura, al menos yo no la conozco; hay que limpiarla y pulirla con la voluntad y el esfuerzo diarios. Como tú dices, no es fácil pero tampoco es imposible. Gracias por seguir leyendo estos artículos. Tú eres de esas personas que no se rinde y que se esfuerza en su propia transformación. Eres una inspiración para mí.